martes, 16 de noviembre de 2010

Review: Aces of the Galaxy y Cloudphobia

Vamos a meternos de una vez con la primera review de un juego. Bueno, en este caso de dos "adquisiciones" que hice el otro día: Cloudphobia y Aces of the Galaxy.

El motivo de meterlas en la misma review es que comparten género: shooters espaciales arcade (que en cristiano significa "juego de navecitas espaciales"). Aunque son perfectamente diferenciables, ya que Cloudphobia se mantiene en las dos dimensiones propias de los shooters de scroll lateral (que te vienen los enemigos de la derecha, vaya) mientras que Aces hace gala de un motor en 3D, aunque el juego vaya sobre raíles (luego nos metemos en eso).

Aunque normalmente me inclino más por juegos profundos, con grandes historias y mejores narrativas, de vez en cuando no está de más matar un par de marcianitos y desestresarme. Por eso no podemos destacar en ninguno de los dos este aspecto. No obstante sí que conviene dar unas claves para saber a qué nos enfrentamos:

En Aces of the Galaxy (añado que es uno de los primeros juegos que salió para Xbox 360 desde Xbox Live, si no recuerdo mal) somos un intrépido humano que ha robado unos documentos de unos alienígenas y que intentarán destruirnos... creo que es todo... En fin, la historia no es más que una excusa para generar un arcade de acción inmediata y pura. ¿Recordáis alguno Starfox?, pues esto es lo mismo: movemos la nave alrededor de nuestra pantalla, pero no podemos dirigir su dirección sino que apuntamos y esquivamos.

El caso de Cloudphobia es muy distinto. Sí que tenemos una historia, narrada bajo un estilo fuertemente anime que recordará a muchos a Rahxephon. Todo probablemente dado por el estilo indie-japonés que destiñe el juego. En cualquier caso, lo que manejamos aquí no es una nave como tal, sino un robot armado bien con una espada o con un rifle.

La jugabilidad en ambos es tremendamente frenética. Cloudphobia le da un giro a los clásicos shooters con dos elementos añadidos: uno es la idea de la "nave nodriza", a la que debemos proteger evitando que ningún enemigo escape a nuestra destrucción; el segundo es el tiempo límite; lo que nos obliga a utilizar un "turbo" que acelera a nuestro robot y, por ende, toda la acción de la pantalla. ¿Veis cómo funciona?: el jugador debe equilibrar entre velocidad y efectividad.

Aces of the Galaxy recuerda mucho a las fases de la nave Gummi de Kingdom Hearts 2 o al ya mencionado Starfox. Tiene sus dificultades hacerte al control porque tienes tres armas y dos de ellas necesitan "escanear" al enemigo antes de lanzarse, lo que complica un poco la coordinación motora de nuestros dedos. Pero no es que sea malo que sea difícil, ¿verdad?

Pasemos a los gráficos. Aces of the Galaxy no se basa en el detalle (y para qué, si tenemos tropecientas explosiones, naves y láseres en pantalla), aunque consigue con un aspecto muy llamativo y resultón. Sin embargo, Cloudphobia hace gala de un estilo absolutamente brillante, con una definición y una calidad que ya la quisieran otros muchos.

En materia de sonido la cosa vuelve a ponerse del lado de Cloudphobia: los efectos están muy conseguidos y la música acompaña bien. No podemos decir lo mismo de Aces, donde los efectos cumplen su cometido pero la música queda a veces muy fuera de lugar.

Terminemos con una vista general de cada uno:

Aces of the Galaxy es un arcade brillante, exigente y muy de cara para un público hardcore al que hay que mimar con este tipo de títulos de vez en cuando. Necesitaría pulir una historia que hile mejor la acción o añadir una música más acorde, pero para quien busque acción sin excusas esto serán detalles mínimos.


Lo mejor: Frenético, rejugable, exigente y vistoso.
Lo peor: La música y la falta de una historia un poco más decente.

Cloudphobia nos propone una alternativa al shooter convencional. Es igualmente exigente, incluso más, aunque su duración es mucho menor. Por suerte algo que hacen muy bien los arcades es alentar la rejugabilidad.



Lo mejor: Frenético, rejugable y delicioso a nivel gráfico.
Lo peor: Durabilidad muy escasa y una curva de dificultad bastante frustrante.

Mi veredicto es el mismo para los dos juegos: un 8.5.

¡Os veo en el siguiente nivel!

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